Capitulo 2
−Manuel, ¿sabes dónde está
la llave del auto? –preguntó Sofía, mientras rebuscaba cada rincón de la
habitación de los pequeños.
−No mamá, no sé donde está.
−Tiene que aparecer pronto. Porque
si no, me tocaría ir a la agencia de autos, donde lo compré –susurraba− ¡y eso es lo que no quiero! –expresaba
muy preocupada.
−Ayúdame, Manuel, puede ser,
que en esta habitación la encontremos.
Manuel buscó debajo de la
cama, luego en el baúl de los juguetes. Mientras que la pequeña Rita, estaba
observándolo acostada en la cama. Ella, seguidamente tomó el control del
televisor y lo encendió. Su madre expresó:
− ¡Rita apaga el televisor!
Nadie podrá encender un televisor en esta casa, hasta que encontremos la llave.
− ¡Esta bien mami!
–dijo Rita con cara triste y cruzando los brazos, pero acatando la orden de su
madre.
Todos los juguetes
estaban esparcidos por el piso de la recamara. Sofía se dio por vencida y se
sentó en la cama. Manuel la imitó.
− ¡Mi amor!, Siento
hablarte así −expresó Sofía, pasando la mano por el rubio cabello de su hija−.
Pero es que mañana, tengo que llevarlos al colegio. De no encontrar la llave,
no las pasaremos de taxi en taxi.
Manuel notó a su
madre pensativa y como si no supiera que más hacer.
−Mamá y porque no le
preguntas a la nana –sugirió Manuel, sacándola de sus pensamientos.
−A Mabel, ¿dices?
−Sí. A ella la vi en
la tarde limpiando los muebles de la sala.
−Me lo hubieses dicho
antes hijo. Antes de dejar esta habitación echa un desastre.
− ¡Disculpa mamá!
–expresó Manuel.
−Tranquilo
hijo. Iré con Mabel. Tal vez ella me pueda
dar alguna respuesta.
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