DESCRIPCIÓN
"Calacuche"
es un cuento que he escrito desde una perspectiva diferente a la que hemos
oído y leído.
Un duende rapta a un
niño llamado Cian, para tomarlo como esclavo en una mina de oro. Pero su plan
se verá obstaculizado cuando los familiares se arriesguen a adentrarse en
aquel bosque, donde nadie se ha atrevido ir.
Capítulo 1
La choza donde vivía
Cian con sus padres, Lucas y Seora, estaba ubicada en los asentamientos de una
montaña, desde donde se podía observar el pueblo, el cual estaba ubicado en una
llanura. Para llegar al pueblo caminando, se tomaba media hora desde donde
ellos vivían.
La agricultura en el
día y la caza de animales por las noches, eran las principalmente actividades
que realizaba el señor Lucas para alimentar a la familia. Así que, la mayor
parte del día, él se encontraba ocupado, mientras que Seora estaba a cargo de
los quehaceres de la casa.
Cian tenía once años
de edad, y no atesoraba amigos cerca de la casa con quien divertirse, debido a
las grandes distancias que había entre una casa y otra, aunque algunas veces se
las ingeniaba para divertirse, pero eso sí, en los alrededores de la casa. Por
otra parte, asistía al colegio, gracias a su afán por estudiar, y caminar hasta
la escuela le parecía un trayecto bastante corto. Su maestro le ofrecía todos
los libros, su padre no tenía que gastar dinero. Él albergaba la esperanza, de que
algún día, cuando fuese grande, podría conseguir un empleo en la tienda del
pueblo o trabajando en alguna de las haciendas y con aquello dejar la montaña y
mudarse al pueblo con sus padres.
Sus padres le habían
pedido que una vez terminadas las clases, se fuera inmediatamente para la casa.
Igualmente le prohibieron distraerse por el camino y menos que hablara con
extraños.
Y Aunque no le
explicaron porque, le habían aconsejado, desde que era pequeño: “nunca vayas hacia al extremo sur del
pueblo, porque es peligroso”
El Calacuche era el
lugar peligroso del cual el señor Lucas le había comentado. Lo pueblerinos no
tenían muy claro el origen del nombre del Calacuche; lo que sí sabían era que
estaba conformado por un bosque inmenso, y por varios callejones. Si alguien se
le ocurría entrar en este bosque, perdido en la lejanía, nunca podría salir con
vida, a causa de que sería devorado por animales salvajes o poseído por espíritus
impuros. Los moradores aún relataban la triste historia de un hombre que cegado
por la codicia, siguió a un animal que llevaba una roca de oro en el cuello, y cuando
éste vio la reluciente piedra, siguió al animal, sin percatarse que se había
internado en el Calacuche. Sitio de donde más nunca salió.
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